Todo el mundo habla del resultado.
Del logo perfecto.
Del packaging que brilla en el estante.
Del “¡wow!” cuando ya está listo.
Pero el proceso… ese casi nunca se enseña.
Y mucho menos se presume.
La realidad es que crear es un desastre controlado.
Ideas que no conectan.
Cientos de capas en Illustrator que terminan siendo una sola.
Volver al boceto porque la primera idea… era la buena.
(Eso último pasa más de lo que uno quisiera aceptar)
A veces miro mi escritorio y parece una tercera guerra mundial de post-its y café.
Y aun así… de ese caos sale algo que hace sentido.
La creatividad no es lineal. Es curva, espiral, montaña rusa.
Y si tú que estás leyendo esto has sentido que “todo te sale mal”…
créeme: ahí mismo está el camino.
No te rindas. Reorganiza. Respira. Y vuelve.