Aquí va una verdad que nadie te dice cuando empiezas a crear contenido:
No todo se va a ver.
Y eso duele un poquito.

Te esfuerzas.
Aprendes.
Le metes cariño.
Y al final… dos likes y un comentario de tu mamá (gracias mamá).

Entonces te preguntas:
¿Para qué sigo?

Y la respuesta es sencilla, aunque no lo parezca:

Sigues porque te gusta.
Sigues porque esto te mueve.
Sigues porque la creatividad también es una forma de respirar.

Lo que hoy pasa desapercibido, mañana puede ser tu gran historia.

Alguien, en alguna parte, lo verá cuando más lo necesite.
Incluso si ese alguien eres tú mismo dentro de unos años.

Así que no dejes de crear.
Que el eco llega… incluso cuando el aplauso tarda.